Los precios de los alimentos esenciales varían considerablemente según la región del país, con diferencias de hasta un 73% en algunos casos, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Productos como arroz, harina, pan, carne y huevos pueden costar más o menos dependiendo de la ubicación. Esta disparidad se debe a factores como la distancia a los centros de distribución, las diferencias en el poder adquisitivo y la oferta local. Un ejemplo claro es el pan francés, cuyo precio varía notablemente: en el Gran Buenos Aires, se vende a $3.334 el kilo, mientras que en la región de Cuyo el costo desciende a $1.931, lo que implica una diferencia del 73%. Las diferencias de precios también se extienden a otros productos básicos como los farináceos. Por ejemplo, el paquete de harina de trigo tiene un precio uniforme de $1.028 tanto en el Gran Buenos Aires (GBA) como en la Patagonia. Sin embargo, el arroz blanco simple presenta una variabilidad significativa: en la Patagonia cuesta $2.564, mientras que en Buenos Aires se vende a $1.920. Los fideos secos tipo guiseros también reflejan una diferencia considerable, siendo hasta un 43% más caros en la Patagonia que en el Noreste del país. En cuanto a la carne, la disparidad es notable. La carne picada común se vende a $9.464 por kilo en la Patagonia, mientras que en Cuyo su precio desciende a $6.216, representando una diferencia del 52%. Por otro lado, el pollo entero tiene un precio de $3.616 en Cuyo, mientras que en el Noreste se comercializa a $3.151. La leche entera en sachet también presenta variaciones de precio importantes entre regiones. En la Patagonia, cuesta $1.707, mientras que en el Gran Buenos Aires se encuentra a $1.486, lo que representa una diferencia del 15%. En cuanto al aceite de girasol (botella de 1,5 litros), su precio alcanza los $4.326 en el sur del país, mientras que en GBA se vende a $3.865, marcando una diferencia del 12%. El costo total de una canasta compuesta por 11 alimentos básicos es de $34.535 en la Patagonia, mientras que en el Noreste de Argentina esa misma canasta se adquiere por $26.240. Esta disparidad refleja un impacto considerable en el bolsillo de los consumidores, dependiendo de su ubicación geográfica, lo que resalta la desigualdad en el acceso y los precios de los alimentos en diferentes regiones del país.