La ciudad mendocina de Tupungato vive horas de profunda tristeza tras la trágica muerte de Santino Tito, un niño de 11 años que falleció este viernes por la tarde al recibir una descarga eléctrica mientras intentaba recuperar una pelota de fútbol del techo de su vivienda. El hecho ocurrió minutos después de las 18:00 horas en una casa ubicada dentro del predio del Club Social y Deportivo Tupungato, donde vivía junto a su padre, quien trabaja como cuidador de las instalaciones. Según las primeras informaciones, el menor subió al techo en busca de una pelota y, accidentalmente, tomó contacto con un cable con corriente eléctrica, lo que le provocó un paro cardiorrespiratorio. A pesar del rápido arribo de una ambulancia al lugar, los profesionales de la salud solo pudieron constatar su fallecimiento. El dramático episodio conmocionó no solo a la familia del niño, sino también a todo el entorno del club, donde Santino era muy querido. En un comunicado publicado en redes sociales, el Club Social y Deportivo Tupungato expresó su dolor con palabras cargadas de afecto: “Hoy el cielo gana un ángel, un ser de luz y de alegría. Santi, siempre vas a ser parte de esta familia. Que vueles alto, campeón”. Distintas áreas del club —desde la comisión directiva hasta los jugadores de todas las categorías— se unieron en una sentida despedida, reflejo del fuerte impacto que causó la noticia en la comunidad deportiva. Amigos y allegados también se manifestaron con mensajes cargados de emoción en redes sociales: “Nos quedamos con los abrazos, las risas y los momentos compartidos en la pile y la cancha. En cada pelota y rayito de sol estarás presente”, publicó una de sus amigas. En paralelo, efectivos de la Comisaría 20ª, la Policía Científica y la Unidad Investigativa Departamental de Tupungato trabajan para esclarecer las circunstancias del accidente. Las pericias intentarán determinar cómo se produjo el contacto con el cableado y si existía algún tipo de riesgo previo en el lugar. La muerte de Santino deja una huella imborrable en el corazón de una comunidad que hoy se une en el dolor y el recuerdo de un niño alegre, apasionado por el deporte y lleno de vida.