Un nuevo conflicto entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Asociación del Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP) estuvo a punto de derivar este lunes en una paralización total del servicio de colectivos en San Juan. El foco del conflicto: el descuento del día del último paro y la falta de pago de una diferencia salarial pactada en la última paritaria.   La medida de fuerza anunciada por el gremio fue desactivada a última hora tras la intervención de la Subsecretaría de Trabajo, que dictó la conciliación obligatoria. Sin embargo, desde el sindicato la decisión fue duramente cuestionada.   "Conciliar lo ya conciliado" En declaraciones a Radio Light, el secretario General de UTA San Juan, Héctor Maldonado, criticó con dureza la intervención del gobierno, "esta conciliación obligatoria no tiene ningún sentido. Nos sorprendió muchísimo. No se puede llamar a conciliar lo ya conciliado", expresó. Según explicó Maldonado, el conflicto tiene su origen en el acuerdo firmado el pasado 29 de mayo entre FATAP, las cámaras empresarias del interior y el gremio, donde se establecieron incrementos salariales para los trabajadores del transporte. Sin embargo, denunció que las empresas no cumplieron con ninguno de los puntos acordados. "Seremos respetuosos de la sociedad y de los usuarios, por eso suspendimos la medida. Pero intentaremos una vez más resolver esto a través del diálogo", aclaró.   Falta de pago y silencio empresarial   El malestar sindical se agravó luego de que el pasado 17 de junio no se abonara la diferencia salarial pactada.   "Jamás se comunicaron con nosotros, ni siquiera para avisar que no se iba a pagar. No se pagó y punto. Al mejor estilo ATAP: atropellando y usando a los trabajadores como moneda de cambio con respecto a los subsidios y compensaciones tarifarias", denunció Maldonado.   El pedido al gobierno: que intime a los empresarios   El titular de UTA pidió un accionar más equitativo por parte del Estado provincial, "así como a nosotros se nos dictan conciliaciones, se nos declaran medidas ilegales o se nos imponen multas, esperamos que el gobierno intime a la Cámara Empresaria a cumplir lo que firma. Porque nosotros estamos pagando el costo político de la inoperancia empresarial y gubernamental".    Un ambiente caldeado   La suspensión de la medida de fuerza fue tomada con una actitud de prudencia, pero el malestar persiste. Maldonado fue categórico, "por supuesto que el ambiente no es el mejor. El gobierno está apretando a quien no corresponde, y nosotros somos los que terminamos dando la cara ante los usuarios".   Panorama incierto   La posibilidad de nuevas medidas de fuerza sigue latente. Si no hay avances concretos en el cumplimiento del acuerdo salarial, la UTA podría retomar el plan de lucha. Por ahora, el servicio continúa con normalidad, pero con un trasfondo cada vez más tenso entre trabajadores, empresarios y el Estado.