Jueves 10.07.2025
Actualizado hace 10min.

Relación estratégica en pausa: Trump aún no decide beneficios comerciales para Argentina

Las nuevas políticas arancelarias de EEUU entrarán en vigor el 9 de julio, generando impacto en el comercio global. Argentina busca asegurar un trato preferencial para 100 productos estratégicos.

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Entre el 12 de marzo y el 2 de abril de 2025, Donald Trump aplicó un aumento del 10 % en los aranceles para todos los productos exportados a Estados Unidos, y estableció un gravamen del 50 % específicamente para las importaciones de aluminio y acero.

Estas medidas proteccionistas provocaron una crisis comercial global, que llevó a Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, a recomendarle a Trump decretar una tregua unilateral de 90 días para negociar acuerdos arancelarios bilaterales con cada país.

La conversación entre el líder republicano y Scott Bessent tuvo lugar a bordo del Air Force One, durante el vuelo desde Mar-a-Lago (Florida) hacia Washington. Trump comprendió los argumentos del secretario del Tesoro y decidió establecer una tregua temporal que se extenderá hasta el 9 de julio.

Argentina figura en la página 14 del informe del USTR, donde en cuatro páginas se detalla la asimetría que existe entre ambos países en materia de aranceles, tasas, prohibiciones y restricciones a las importaciones, barreras aduaneras y derechos de propiedad intelectual.

La capacidad de diálogo entre Werthein y Kreckler se profundizó debido a la relación estratégica que Javier Milei mantiene con Donald Trump. Sin embargo, esta sintonía ideológica y personal no alcanzó para abrir una negociación que atenúe los aranceles del 50% impuestos a las exportaciones argentinas de acero y aluminio.

Trump considera que el acero y el aluminio son insumos vinculados a la seguridad nacional, lo que limitó el margen de maniobra de la Cancillería para solicitar una reducción de los gravámenes en estos productos.

Según la orden ejecutiva que elevó los aranceles del 25% al 50%, “aunque los aranceles previamente impuestos han contribuido a un apoyo importante a los precios en el mercado estadounidense, aún no han permitido que estas industrias mantengan una tasa adecuada de utilización de la capacidad productiva”.

La medida concluye que el aumento al 50% “proporcionará un mayor respaldo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza para la seguridad nacional que representan las importaciones de acero, aluminio y sus derivados”.

En 2024, Estados Unidos importó aproximadamente la mitad del acero y aluminio que utiliza. Canadá fue su principal proveedor de acero, seguido por Brasil y México, con productos destinados principalmente a las industrias automotriz y de la construcción.

Argentina ocupa el sexto lugar como proveedor de aluminio para Estados Unidos, con exportaciones por cerca de 630 millones de dólares en acero y aluminio durante 2024.